El punto de partida de este blog es la filosofía realista del ser aristotélico-tomista, ya que ésta es coherente con mi visión cristiana-católico-apostólico-romana. Para partir hay que tener en cuenta una serie de principios como el principio de identidad: "el ser es, el no ser no es" o el principio de tercero excluido: "entre el ser y el no ser no hay un tercero".
El origen del universo se da gracias a Dios, primer motor inmóvil, que mueve sin ser movido, que de la nada creó todo, siendo Él el único ser perfecto y absoluto, por lo tanto es absolutamente bueno, uno, verdadero y bello, es decir que posee los trascendentales del ser, realizados completamente, en Él tienen su perfección. Creó los ángeles, de los cuales uno se reveló (gracias a la libertad inherente a ellos, ya que el mal no fue creado por Dios, sino que nace de sus creaturas). Creó al hombre que fue menos perfecto que los ángeles, y que cometió el primer pecado y fue expulsado del paraíso y entonces Dios creó el mundo y lo envió ahí, haciendo del hombre un ser material además de espiritual.
El mundo que Dios creó y en que vivimos es material igual que todo lo que nos rodea, siendo el hombre la única realidad espiritual (sin contar a Dios, que está en todas partes y además está presente en el mundo gracias al Santísimo sacramento del altar, y sin contar los espíritus de gente muerta que rondan sin destino por el mundo). Los seres de la tierra (incluyendo el hombre) están compuestos de materia y forma. Materia es aquel principio por el cual los seres ocupan un lugar en el espacio; Forma, es aquello que le da identidad al ser concreto, aquello que hace que sea. Por lo tanto, yo no puedo decir que un vaso es lo que yo quiero que sea, pudiendo ser para unos un vaso, o pudiendo ser para otro un escupidero, NO, independiente de lo que sea para nosotros aquella realidad a la que llamamos "vaso", el vaso tiene como propiedad la forma, que es aquello que le da identidad y hace que sea vaso como tal. Así cuando se produce un cambio hablamos de que hay materia prima y forma sustancial, donde lo que cambia es la materia prima y lo que se mantiene es la forma sustancial; aquello que es nuevo en el ser que cambió pasa a llamarse materia segunda y la forma sustancial es lo que se mantiene, porque es aquello que le da identidad al ser.
En el caso del hombre su materia prima es su cuerpo. Ejemplo: una persona a los 5 años no es igual a los 15 ni a los 25. Lo que ha cambiado es su ser corpóreo. La forma sustancial del hombre es su alma, que es un alma espiritual.
martes, 7 de agosto de 2007
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