martes, 27 de noviembre de 2007

+2. Mal menor: ¿Más daño o protección de intereses comunitarios?

Hay sectores de la política -específicamente en Chile- que creen que elegir el mal menor en elecciones es producir más daños, tomando en cuenta en que se elige entre un mal y otro y que no se elige ningún bien, y que para votar habría que votar por un bien.

Sin embargo, esta visión es parcialmente correcta. La lógica de elegir el mal menor no es en ningún caso legitimizar el mal que se pueda tomar de dos opciones, sino que evitar que el peor de estos males pueda triunfar, y en ese caso es legítimo. De lo contrario, es decir, de no votar ni p0r uno ni por otro, se fomenta la indecisión que implicaría perder votos y que podría tener como consecuencia -al perder esos sufragios- ceder espacio a la peor de las posturas, por lo cual optar por la nulidad del voto no es opción que de garantías a la comunidad, porque abren la posibilidad de que lo peor para ella pueda suceder. Por lo tanto, elegir el mal menor es la opción, porque son menores las garantías que perderán los ciudadanos al permitir que se corone la otra opción.

Excepción a la regla.
Decía que esa visión anti mal menor es parcialmente correcta, porque algo aceptable tiene, y es que esta opción es acertada en casos excepcionales, en donde esté en juego entre ambas posturas algo de la importancia y trascendencia como la vida humana. En este caso lo que legítima la postura no es la indecisión, sino que el no tomar parte de cualquiera de dos partes que desde un punto de vista OBJETIVO, y en ningún caso subjetivo, constituye una aberración a la dignidad de la persona humana.

Esta es la óptica en que se debe abarcar el mal menor, que no se debe absolutizar, porque o sino se le estaría dando una importancia mayor a la que tiene la persona humana y las personas que conforman la identidad divina.
El mal menor debe ser visto como una opción de esperanza, que en ocasiones le quita poder a la postura más mala y que puede ser un paso para cambiar en la posteridad a algo mejor, o sino como una oportunidad de no permitir lo peor para la comunidad.

lunes, 22 de octubre de 2007

+1. El reino de la mentira

En el siguiente artículo: "Periodismo Ciudadano" se muestra lo que piensa Dan Gillmor respecto sobre qué sucederá con el futuro del periodismo. La visión que tiene al respecto puede ser acertada en cuanto se basa en las actuaciones tendenciales de las personas o mejor dicho de la sociedad, basándose inconscientemente en elementos de su identidad.

Si esto fuese cierto, lo que espera para una humanidad que vive con necesidad de informarse constantemente sería caótico y plantearía importantes problemas éticos. El principal (podríamos estar toda una tarde pensando miles y miles y deduciendo más a partir de ellos) sería que viviríamos insertos en la mentira.

Considerando que el día de hoy se ha sabido de mucha información periodística errónea o también falsa y mal intencionada de frentón -también faltas de objetividad- o al menos si no hay ejemplos que ronden en el inconsciente colectivo se sospecha de ello, debido a la mediocridad profesional que abunda en la mayoría (y en las mayorías en general) , debemos preguntarnos entonces a partir de lo expuesto por Dan Guillmor, ¿Qué pasará en un futuro donde quienes difundan la información no sean profesionales, si ya los profesionales son malos? La información que no tiene un tratamiento profesional -alejado de las pasiones, de los puntos de vista particulares, de los propios gustos, de la objetividad, de la buena redacción y ortografía, calidad de imagen y sonido, etc- tiende a ser irresponsable y suele alejarse de la realidad.

Si esta sociedad que propone Gillmor sigue evolucionando por lógica debería volverse al punto en donde se debe pagar al que tiene información -sin ya la existencia del profesional-, y como lo que tiene calidad o pueda gustar a quienes paguen -sea su gusto o sea algo bueno como producto- serían pocos los que obtendrían dinero, lo cual llevaría a legitimizar cualquier medio para conseguir entregar información y considerando que no habrían estándares profesionales no habría o casi no habría comprobación de lo que se informa, entonces se podrían publicar muchas cosas no sólo irreales, sino que mentiras, calumnias y difamaciones.

Podría llegarse a la abundancia de este tipo de información, lo cual coronaría el reino de la mentira en este mundo, y se llegaría a terribles malos entendidos, donde la verdad sería como lo es hoy el dinero, propiedad de pocas manos, pero estas en cambio -en comparación con el dinero- serían manos justas, investigadoras y esforzadas.

lunes, 1 de octubre de 2007

6. Base política del blog

Como decía Aristóteles, el hombre es un ser social por naturaleza. Pertiendo del hecho de que el hombre no puede realizar su racionalidad, es decir, su ser (recordemos la propia definición de hombre de Aristóteles: "animal racional"), ya que si no es por el lenguaje que escucha de los otros seres humanos, no es capaz de aprehender las cosas y formar conceptos. Como ya se explicó antes pensar y hablar es un mismo proceso (ver publicación 03. párrafo 3). Por lo tanto, sin lenguaje no hay racionalidad. Además si no es por las personas que rodean a la persona cuando es bebé, ésta no aprendería a caminar ni se podría alimentar. El ser humano necesita de otros para poder desarrollarse. Además cuando la persona crece necesita de amor, necesita intercambio de bienes para sobrevivir, necesita educación, necesita trabajar y realizar un montón de actividades que no se pueden realizar si no es por otros, y por último se vive rodeado por otros, partiendo por la familia que es el núcleo de la sociedad. Las familias viven con otras familias y así hay comunidades. Por todo lo anterior queda en evidencia que el hombre es social por naturaleza.

El hombre vive en sociedad y necesita de organización para vivir en un perfecto equilibrio para todos, para el bien de todos y cada una de las personas, que es el bien común. Con todo eso se confirma lo que dice Aristóteles de que el hombre es un "zoon politikón", un animal político. Ya teniendo como base que el hombre es un ser social como consecuencia se deduce que es animal político. El hombre necesita sobrevivir, pero además de eso busca por naturaleza ser feliz. Entonces la sociedad necesita la mejor supervivencia de todos y cada una de las personas y la felicidad de todos y cada una de las personas, ese su máximo bien, eso es el bien común. El bien común es la finalidad de la sociedad, entonces la política será el medio para alcanzar ese fin. La política estará al servicio del hombre y de los hombre para su bienestar y felicidad, por lo tanto el régimen político (llámese democracia, teocracia, monarquía constitucional etc), la forma de gobierno (presidencial, parlamentario, mixto) y la forma de estado (unitario, federal) deben ser coherentes con este principio fundamental de la política, que es buscar el bien común.